LA GRAN FAMILIA

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viernes, 30 de junio de 2017

"PARADORES: ¿VASOS POR PUNTOS… O LA ENÉSIMA FALTA DE RESPETO A CLIENTES Y TRABAJADORES? (Carta abierta a su Presidenta)




"Ande yo caliente y ríase la gente..."
(Luis de Góngora)



Doña María Ángeles Alarcó Canosa

Presidenta de Paradores de Turismo de España

Calle José Abascal, 2 - 4

28003 Madrid



 


Distinguida señora:



"Cirugía estética inversa"... y fracasada

Ante la cantidad de veces que, tanto en las redes sociales como en los establecimientos de Paradores, hemos escuchado a numerosos clientes y Amigos de Paradores quejarse de usted y de lo que consideramos otra nueva falta de respeto, desde que han aparecido, a modo de setas en temporada, toda una serie de toscos, inapropiados e incluseros vasos blancos y de colores (dicho lo de “incluseros”, no porque no los considere carísimos o de marca -que ya sabemos que usted proviene de una familia bien de toda la vida para sus elecciones- sino porque no figura en ellos (afortunadamente) la de “Paradores”, he decidido escribirle yo. Y también rogar encarecidamente a los clientes que así lo deseen que le escriban ellos, exponiéndole lo que van comentando: su opinión sobre su nueva aventura, esta vez “vasera”.
!Si los italianos tuvieran las copas de Paradores en su país...!



Antes de proseguir quería transmitirle, señora Alarcó, que yo, aunque vaya con determinada frecuencia a Paradores (cada uno decide en lo que desea invertir honradamente lo que honradamente se trabaja), provengo a diferencia de usted de una familia humildísima y muy honrada (con lo de la diferencia me refiero a lo de humildísima, lo otro lo desconozco, y en cualquier caso no sería a mí a quien correspondería evaluarlo). Y que yo mismo sigo siendo exactamente igual que mi familia, con la diferencia de que, gracias a su trabajo y esfuerzo, y después al mío, he podido adquirir otros conocimientos, y, por ejemplo, tener la inmensa suerte de poder hacer lo que no pudieron hacer ellos: alojarme en mi querida Red de Paradores.



Cucaravasos...

Pues bien, en el seno de aquella familia, recuerdo, de cuando mi madre me mandaba a la compra, que me decía: “¡que no se te olviden los puntos!”, que a mí no se me hubieran olvidado por nada del mundo.



“Los puntos” eran unos sellos que se iban pegando en una especie de cartilla (similar a la de racionamiento), creo que se llamaban “clavel” o algo parecido (igual usted los recuerda también presidenta, porque somos coetáneos, no por otra cosa, por dios…), y que cuando la cartilla estaba completa, íbamos a un local de la Calle de Fuencarral, y la podíamos cambiar por una lechera (entonces la leche se vendía a granel), o cosas similares, que nos venían muy bien para la casa.

Erial en Paradores...


Yo siempre empujaba a mi madre para que eligiera vasos de colores tipo duralex, pues siempre me han gustado. Y nosotros mismos, en la actualidad (como con el neoliberalismo reinante vamos para atrás como el cangrejo, y nos dan cosas en casi cualquier sitio para incentivar el consumo que se han cargado) suelo elegir siempre que puedo vasos de colores.



Es decir, que hasta podría reconocer que cuando veo los vasos incluseros de colores en Paradores me llegan al corazón. Pero es que mi corazón no es el de PARADORES por mucho que ame la Red. Ni mi casa es PARADORES, aunque como tal la considere.



¡Ay que gracia más repajolera!

A mí, presidenta, lo de la innecesaria profusión vasera, si me permite, me parece desvergonzado. Menos mal que, por lo menos esta vez, además de los vasos, no nos han colocado ustedes desde los servicios centrales el sonsonete de que esto de los vasos lo han hecho atendiendo a las peticiones de los clientes. Como hizo ¿recuerda? con los menús esos que llevan nombres estúpidos que recuerdan a las primas de Obélix; los de la Tamizia, la Marmitia y la Especia, de los que todavía no hemos terminado de quejarnos los clientes suficientemente. Porque, en definitiva, lo que han supuesto estos menús (gastronómicamente hablando y para nosotros) es la supresión del espléndido Menú de Paradores, que habían concebido personas, (esas sí informadas y profesionales, como D. Emilio Gómez-Calcerrada Gascon en coordinación con la profesión cocinera de Paradores), un recorte de agárrate y no te menees de Cartas y Bufets, y la aparición estelar a precio de estrella sin que realmente lo esté reconocido como tal, del señor Sandoval para intentar reanimar a los supuestamente "desanimados" y "estancados"  cocineros de Paradores, según declaraciones realizadas por el cocinero y la Directora de Restauración, señora Felipe (todavía no se ha retractado esta públicamente si es que no lo ha dicho) a “Expansión”. Estas apreciaciones además de ser ofensivas son inciertas, y en cualquier caso, si usted, señora presidenta, hubiera destinado el capital económico abonado al señor Sandoval o a otros profesionales ajenos a la Red de Paradores, a incentivar y a tener en cuenta a los cocineros y a otro personal de Paradores, otro gallo nos cantaría ahora. !Me resulta tan chusco buscar fuera de la Casa y pagar carísimo lo que una puede encontrar dentro de ella a raudales si no lo desprecia¡

!Sin palabras¡


A mí, que tiendo a callar menos que otros, cuando me preguntan amigos que quiénes son esos clientes que dicen ustedes que les piden fervorosamente estos desatinos, suelo decirles que es que no saben ponerse en sus zapatos. Que usted, aunque ahora no sea política, es cuasipolítica, y sobre todo lo ha sido, y además ha estado cerquísima del más alto mando durante largo rato, y que en la política se hacen cosas muy raras.

Vergonzante...


Por ejemplo para esto del marketing y otras estrategias, pueden elegirse, unos clientes piloto (no me refiero de aeronave claro) sino próximos por cualquier circunstancia, y se les comunica lo que tienen que pedir, y van y lo piden, y luego ya tiene uno justificación para hacer lo que quería. Pongo por ejemplo, eh, que no digo que esta vez de los vasos haya sido ese el caso.



A mí esto de los vasos me parece desvergonzado y humillante tanto para clientes como para trabajadores, y no porque sean o no de “Ikea” como dicen muchos clientes con ánimo de vituperarlos más de lo que ya lo hace su propia presencia en las mesas, que ya sé que no lo son, que son de la firma italiana “Bormioli Rocco”, y concretamente de su modelo “Diamond” ¡faltaría más! (por cierto esto del “diamond” puede resultar bastante antihigiénico, pues generalmente los vasos tienen la parte interior (la que debe contener el líquido) lisa, porque de lo contrario, como en este caso, las rugosidades internas del “el diamond”, se presta a difíciles limpiezas y acumulaciones de gérmenes...), pero es que a mí me daría igual, bueno me parecería aún más desvergonzado si fueran de cristal Lalique, Baccarat, de Bohemia… o de Swarovski (que ahora se lleva tanto aunque como yo mismo pienso de sus vasos, resulte tan hortera).

Incomparables...


Y me resultaría peor porque cuanto más caros fueran más me hubiera parecido que nos (en mi colegio lo decíamos con otro flujo corporal, pero aquí voy a ser más fino como corresponde), echaban más vinagre en la herida que ya tenemos clientes y trabajadores. Estos vasos no son para PARADORES, quizá en restaurantes de pueblos madrileños, "marquetingestrellados" o no, (los restaurantes digo), como, por ejemplo, "El Coque" de Hunanes, que tanto parece impresionafrle a usted, sirven... pero para PARADORES no.



Muchos clientes tenemos esa herida muy sangrante desde que la pusieron a usted al frente de nuestra querida Red pública, porque cuando íbamos a Paradores queríamos encontrar lo que buscábamos (no lo que supuestamente podrían decirle “sus clientes piloto") y nos gustaba Paradores como estaban, eso sí los esperábamos restaurados, cuidados, innovados con respeto…(que no se cansan ustedes de señalarnos como carcas, casposos y retrógrados y antiguos a los clientes fidelizados a la tradición de Paradores), y no unas sucursales imposibles de establecimientos que siempre han sido infinitamente peores que Paradores, pretendidamente “pijos”, muy como de la vida guay, de esos que en Madrid, en calles como Juan Bravo, o cualquier otra de “la milla de oro” abren y cierran como abanicos en un tente mientras cobro sin cesar. Eso sí todos pintados de blanco roto, tapizados de gris neutro, con “camareros de gimnasio” vestidos de negro, y de tontería a raudales, pero que hasta que llegó usted a PARADORES tenían claro que eran ellos los que debían emular a PARADORES, y no al contrario.

Pero y esto ¿por qué?


Los clientes de Paradores cuando vamos a Paradores queremos seguir viendo y utilizando las copas de cristal transparente con el tejadillo, que se convierten en translúcidas por unos momentos cuando se las llena de agua mineral fresca. Y no queremos ver los mismos vasos que ya vemos, porque ahí sí proceden, boca abajo o boca arriba, cuando vamos a los restaurantes chinos, como al que yo suelo ir con frecuencia y del que le adjunto foto.



Ni queremos que para darle un sentido a la “profusión vasera” nos atosiguen preguntándonos si queremos agua, o incluso llenándolos sin preguntarlo (debo decirle en este punto que nosotros siempre tomamos agua, además de lo que corresponda, en nuestras comidas).


Como hongos en Paradores...

Pero aún más que para clientes, me parece más humillante y desvergonzado para los trabajadores y las trabajadoras de Paradores que deben manipularlos. Primero porque no pueden escribirle esta carta… Bueno pueden, pero ya saben que eso solo deben de hacerlo si quieren dejar de trabajar en Paradores ¡Pues menudos Recursos Humanos tiene la cosa y la Casa por lo que estamos viendo!

Restaurantes chinos inspiradores para la alta dirección de Paradores...


Después porque existe una inmensa mayoría que se han quedado tras su ERE y su ERTE con un sueldo que no llega a los 800 euros, y otros muchos, contratados, que no pasan de los 450. Y como les exigen ustedes mucho para pertenecer a tan acreditada Cadena hostelera, ellos saben multiplicar, claro, la cantidad de vasos nuevos impuestos que ven en sus Paradores dentro y fuera de los almacenes, por la cantidad de Paradores que tiene la Red. Y claro pensarán lo que algunos clientes como yo: que si en vez de licitar (o como haya hecho usted estos de los vasos; digo lo de licitar porque como hace tantas licitaciones continuamente, incluso para el pan de molde y las naranjas…) para algo que no necesitábamos, ni le hemos pedido, podría haber dedicado usted esa cantidad a mejorar un poco sus condiciones de trabajo, a devolverles alguno de los derechos que les han suprimido, e igual la señora de Felipe ya no podría decir lo de la desmotivación (si no lo ha dicho, no lo ha desmentido todavía públicamente) con tanto desahogo.


Sin palabras también...

Y además también pensarán qué hacen ahora con todos esos miles de copas que en su día también serían muy caras,  grabadas, y de las que ya no tengan probablemente ni sitio para guardarlas, porque en Paradores no solo existe la vajilla que vemos, sino la almacenada.



Y tampoco es baladí lo poco que han pensado en ellos con el modelo “Diamond” de Bormioli Rocco , pues es que como tenga uno un poco de reúma casi no puede coger más de dos vasos a la vez: ¡pesan como una mala jefa!



En fin presidenta, que esto de los vasos nos parece otro bandazo, otro agravio, otro desdoro de la marca que no sé a quiénes habrá beneficiado pero desde luego a los clientes y a los trabajadores no ¡Pero el gasto ya está hecho! Y lo peor es que es con dinero público, con dinero de los trabajadores, de los clientes, de los ciudadanos… con dinero de todos. Y resulta muy paradógico que mientras el Ministro de Hacienda y Función Públca, Cristobal Montoro, no pare de intentar fijar techos de gasto y recortes, usted como máxima mandataria de PARADORES, no pare de nombrar nuevos y numerosos cargos directivos a su alrededor incrementando de forma considerable los presupuestos de esta empresa pública. Mejor, y con más información que yo, lo pregunta recientemente en este video el Diputado Sergio Pascual a la Secretaria de Estado de Turismo...

Apocalipsis vasera...o una tarde en el campo.


Si ya teníamos bonitas copas y vasos, y con tejadillo, para el agua ¡a qué gastar en horteras vasos incluseros! No sé, igual algún día encontremos la respuesta.



Sí es cierto que, a veces, tan altas mandatarias como usted no se enteran muy bien de las cosas que les rodean, y un día ve alguien esto de los vasitos boca abajo en cualquier sitio guay y le venden la moto, y dice uno ¡voy a triunfar! Y que para eso, en vez de con palmeros, es muy importante contar con Direcciones de Restauración que le hagan ver a una que eso no es procedente. Que en vez de decir que son ideales de la muerte e imponerlos en todos los Paradores de la Red, le abra los ojos. Pero claro, eso requiere de una profesión, de una dignidad, y que ambas cosas prevalezcan al importante sueldo que proporciona estar bajo el paraguas de Paradores a esos niveles.



Páramo tabernero...

Verá presidenta, yo, sin ser, ni querer, director de restauración, no cobrando, ni queriendo, nada de Paradores, y pagando religiosamente todo lo que de mi querida Red utilizo, voy a darle un consejo que no falla:



Fíjese usted en cuando la dirección de restauración de un emblemático Parador de la Red debe montar mesas para infinidad de eventos como el Premio Cervantes, recepciones a Embajadores, comidas en Palacio, etc. Ya verá cómo en la mesa hay copas de agua de Paradores, y no vasitos blancos ni de colores, boca abajo ni boca arriba.



Pues los clientes de Paradores en ese sentido no deberíamos ser menos que Doña Leticia o Don Felipe ¿No le parece? Que además pagamos por usarlas.

Un insulto en cualquier época...


Yo le ruego encarecidamente presidenta que dé las instrucciones precisas para que retiren ese oprobio de los vasos de las mesas y los manteles de Paradores, y como soy persona constructiva –y dado por hecho que el gasto ya ha sido realizado- voy a proponerle algunos usos alternativos para los vasos incluseros por si le parecen bien:



-Una parte de ellos podría ponerlos en los cuartos de baño de las habitaciones como vasos para lavarnos los dientes. Son duros, toscos y resistentes, y ahí harían buena función.

Inasociable, inencajable, insoportable...


-Otra parte podría ofrecerlos a los clientes que les gusten, para su casa, a cambio de puntos de Paradores (así recuperan ustedes algo de lo gastado). Tantos puntos un vaso. Como cuando mi querida madre y los puntos “clavel”. Yo me comprometo con gusto a cambiar algunos de mis puntos por uno de cada color, o por dos, que para eso me está escribiendo Jesús esta carta.



-Y el resto se los podría hacer llegar al Padre Ángel, y a su Fundación Mensajeros de la Paz. Estoy seguro de que él sabría darles un uso más necesario, racional, justificado y digno.

Los vasos boca abajo de la época del Tejado boca abajo...


Y además podría usarlos por la noche en sus Restaurantes “Robin Hood” por toda España ¿Los conoce presidenta?, esos que a mediodía son restaurantes normales… no de su categoría claro, pero sí como para que vayamos muchas personas -yo mismo voy-, y por las noches con algo de lo que han ganado con los clientes del mediodía, dan de comer a personas necesitadas, a todas esas víctimas de la pobreza que esta pasada por el neoliberalismo ha originado. ¿Se imagina qué alegría cuando los necesitados se sienten a la mesa con los vasos de colores además de poder cenar?



Y hasta puede mandarles usted con los vasos de vez en cuando a uno de los generosos y estupendísimos chefs de Paradores para que alguna noche les haga cualquier maravilla de esas que saben hacer desde 1928 sin que el señor Sandoval tenga nada que enseñarles.



Este es nuestro continente para el agua en la mesa, señora...

Somos muchos los que nos quedaríamos más contentos que ahora: Ya no tendríamos que soportar los “Diamond” en las mesas (o pedir que nos los quiten como hacemos nosotros); no veríamos a los trabajadores humillados por el asunto, ni torcidos por el peso; nos lavaríamos los dientes con vasos alegres y resistentes; podríamos, si alguien los quiere, cambiarlos por puntos en las Tiendas de Paradores. Y lo mejor: sabríamos que con la mala inversión de nuestro dinero, por lo menos estarían bebiendo y comiendo personas que lo necesitan.



Muchas gracias por su atención señora Alarcó Canosa, no se olvide de hacerlo por favor. Porque como con esto de los presidentes de Paradores nunca tiene uno la seguridad de que el que llegue a “la bombonera del Estado” no va a ser peor que el que se vaya, todavía viene otro peor que usted, arrumba los vasos y compra otros más pesados y más caros. 

Un saludo muy cordial.


Aquí no hay "Diamond" ni blancos ni de colores... hay "Paradores"

 

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