De niño fui a unas colonias en Ávila para párvulos delgaduchos.
Volviendo de bañarnos en el río, vi en la puerta de una Casa preciosa, una armadura que me asustó y me atrajo. Me quedé embobado mirándola.
Me contó mi maestro qué Palacio era, le llamó Parador. Nació en mi una ilusión. Desde entonces soy amigo íntimo de la armadura de la entrada, me hago llamar "raimundo de borgoña", vivo enamorado de ese tesoro español llamado "PARADORES", y para compartirlos con vosotros estoy aquí...
No es que pretenda ofenderos ¡nada más lejos de mi
intención! Es simplemente unan pregunta. Después de que, aparentemente, haya
acabado este “españolizado” día de la marmota en el que mañana tras mañana
durante casi un año hemos podido ver y oír que nos decían que el pueblo quería
un cambio y que había votado mayoritariamente para ello la primera vez, pero
¡¡¡que habían sacado más votos los mismos de siempre!!!; de que me ilusionara
un poco pensando que los que se proclaman progresistas, y los que sí son de
izquierdas podrían unirse para, por fin intentar ese cambio.
Después de ver como el líder de los que creí que podían y
me ilusioné con ello, afectado (el líder), por supuesto en mi opinión, de una
especie de megalomanía (que me recuerda profundamente a la de un omnipresente político
de cejas gordas, y de signo muy contrario, que reconstruyera con mucho dinero
público no ha mucho un palacio en la
Puerta del Sol y un castillo en La Cibeles, y que después se fue a oí oír
música dejándonos más entrampados que el país) que le arrastraba hacia
cualquier foco encendido o micrófono abierto, y “adelantara” a los medios de
comunicación un supuesto gobierno al mismo tiempo que el rey hablaba con el
guapo candidato que tenía que intentar formarlo, no pudieran. Y que el
presidente de España, en funciones (el presidente digo) se había inhibido, y
sentado en el poyato de la entrada de su palacio a hacer lo que mejor se le da,
que es ver pasar por la puerta “el cadáver” de su enemigo.
Después de que su guapo y de progreso enemigo se enfadara
por la precipitación del otro mediático precipitado, y sufriera todo tipo de
presiones, según él mismo nos ha relatado en los medios de comunicación, por
parte de empresarios, bancarios, y poderosos barones de su propio partido que
hacen lo que sea para que parezca que cambia algo para no cambiar nada en este
eterno bipartidismo que nos ha traído al pueblo más desgracia que democracia, y
poder seguir todos en sus poltronas; de que algunos de los que un día fueran a
Suresnes con cuerpo fibroso, mente lúcida, vestidos de pana, ahora embutidos en
estrafalarios bañadores, rodeados de michelines y de empresarios capitalistas en
las cubiertas de impactantes yates, paseen mentes y declaraciones tan inescrutables
como ininteligibles para mí, se convirtieran en su peor enemigo siendo,
supuestamente, sabios del mismo partido que un día quiso el cambio para
España…. (Y el presidente de España, en funciones, sentado esperando
pacientemente mientras el pueblo y los tertulianos se reían y se pegaban, y decían
que era tonto, y le llamaban cobarde y pusilánime… pero él a lo suyo, a ver
pasar por la puerta…).
Después de que el supuestamente centrado barcelonés que un
día viéramos en pelotas en campaña, y al que se le notaba un gran escorzo hacia
la derecha, con importantes apoyos para apoyarla, comenzara a decir y desdecir,
a intentar servir lo mismo a un roto progresista que a un descosido presidente,
proclamando a los cuatro vientos que mientras ellos estuvieran en España los
corruptos se habían terminado, a la vez que propiciaban con sus estrambóticos
pactos gobiernos integrados por bastantes corruptos y corruptas… que, eso sí,
“todavía no están en la cárcel y hay que respetar la presunción de inocencia”.
Y de que inventaran un polivalente pacto que más que servir al pueblo, servía
para que pudiera gobernar cualquier partido y ellos, los “centrados” pudiesen,
eso sí, estar en la “melé”. Después de…
Y que si pacto o elecciones… Y caluroso verano… y el pueblo
a remojo. Y que si elecciones o pacto… Y otoño y castañas (y el presidente de
España, en funciones, a lo suyo, esperando a… y que como sigamos así nos lleva
a las urnas con el turrón, del duro claro, para que nos cueste roerlo con las
mellas que tenemos el pueblo por no poder ir al dentista. Y la unida izquierda
tan desunida como suele estar, especialmente en las etapas preelectorales ¡Pura
inteligencia! Ellos le llaman espíritu crítico.
Y por si se lo hubieran puesto poco difícil al guapo
oponente, aparece la lozana andaluza que un día dijera amarle, y le descarga
encima todo su tronío andaluz, y deja deslucida la frescura del candidato, y le
imponen que dejen gobernar al del poyato que esperaba ver pasar su “cadáver”, y
que no parece resultar tan tonto para lo suyo como decían incluso algunos de
los suyos. Y el presidente de España, en funciones, deja las funciones, y
vuelve al trono. Y con amenazas de que como sean malos convoca elecciones otra
vez, y que ya saben, el pueblo les da la mayoría absoluta…
Y mientras se acaba la crisis en España… (que espero os
hayáis dado cuenta) y todos al turrón y a las lucecitas, mientras fallecen
ancianas quemadas por velas por no poder pagar la luz.
Yo me siento estúpido ¿Y vosotros? Porque si hay algo de lo
que no puede cabernos duda es que de no haber truco en las urnas (que ni lo
sugiero), todo esto lo estamos consintiendo nosotros…
Y mientras tanto en PARADORES sigue la misma presidenta. Primero
nombradísima, luego en funciones “of course”, después nombradita por la “gatera”
para un tiempo… y ahora a la espera, yo iluso, de que la desnombren ya, de
alguna explicacioncilla que, al parecer tiene que dar en otros ámbitos menos
hosteleros, y que se cuente duna vez con profesionales de prestigio y
experiencia, de los que entienden de la cosa (que ya hace mucho que están en
Paradores) para lograr una etapa próspera de verdad, y de amabilidad, calidad y
leyenda.
¡Pues nada, FELIZ AÑO, y que sea lo que dios quiera!
(Pinchando en las letras de color distinto puedes acceder a otros artículos relacionados con lo que se expone en este)
Desde
niño me siento muy vinculado a “la gran familia” de esta querida Red hostelera
pública sin parangón en el mundo, que desde 1928, en muy distintas situaciones
de la Historia de España y de la propia Casa, lleva dándole prestigio y
grandeza, gracias a una profesionalidad muy exclusiva de su plantilla, transmitida
hasta no hace mucho de abuelas a padres, de madres a hijos…. y a unos
establecimientos incomparables y singulares dentro de palacios, castillos,
conventos, u otro tipo de edificios siempre estratégicamente ubicados en
lugares hermosos de nuestra geografía, componiendo una parte muy valiosa de
nuestro patrimonio nacional.
Aquello
que nos gustaba tanto a sus clientes de la “Calidad, Amabilidad, Leyenda”, que
luego, gestores políticos en la cúpula de la dirección de la Red han escondido
con otros escudos y otras estrafalarias denominaciones que, desde mi punto de
vista, hasta el momento no han hecho más que mermar precisamente el valor y la
realidad de aquellas tres míticas palabras. Y que con equivocada y despegada
gestión han dado lugar a algunas Navidades muy tristes, que yo he podido
compartir, pues el año 2009, cuando las ausencias de los seres queridos eran ya
muchas, decidimos no solo tener en cuenta a Paradores para nuestras vacaciones
de Navidad, sino también para celebrar nuestra nochebuena en sus Casas; en
definitiva las nuestras, y además no dejábamos de estar en familia.
Así
en 2009 lo hicimos en el Parador de Alarcón, en el de Plasencia en 2010, 2011
fue en Nerja, 2012 (la amarga navidad del ERE) en el de Córdoba,en Aigüablava en 2013 con nuestros queridos
amigos Ana y José Luís, y en 2015, las navidades últimas en Cádiz. El paréntesis
de 2014 cené en casa con mi querido Jesús recién salido, aún no sabemos cómo, deestar 17 días en una UCI entre la vida y la muerte, y un mes en el hospital,
debido a la mala praxis de un cirujano del que, al que, de momento, vamos a
seguir manteniendo en el anonimato.
Desde
entonces cualquier navidad que pase con Jesús será para estar muy contento. Pero,
al parecer esta Navidad podemos estar más contentos en relación con Paradores
que la pasada de 2015, pues gracias al tremendo esfuerzo de su plantilla en
todos sus estamentos en los establecimientos, a la fidelidad de sus clientes, y
a unas suculentas inyecciones de capital público, según nos dicen desde Paradores comienza a remontar la Casa.
Desesperanzado
en cuanto a que la “moqueta”, la cúpula directiva de la empresa pública se
despolitice y deje paso a que sean quienes realmente entienden y quieren a la
empresa sean quienes la puedan sacar adelante con el conocimiento y el cariño de
ella que poseen, ahora lo que necesitamos es que esta vez la dirección de “la bomboneradel turismo español” no le toque como “premio” a algo parecido a lo que hemos
tenido, y seguimos teniendo en esta última etapa, y que realmente se den cuenta
de que el conocimiento y la profesión están dentro de la Red, que no lo busquen
fuera, que no lo externalicen, que no lo desprecien, que lo respeten, que lo impulsen,
y que vuelva a poner en valor de verdad aquellas tres famosas y verdaderas palabras
que podemos leer a la puerta de sus preciosos establecimientos junto a otras
placas ininteligibles.
Es
decir que los políticos no vean Paradores como una suculenta fuente de ingresos
personales, sino que trabajen codo con codo con la plantilla, que se lo suden
con ella, para que el año 2017 sea próspero… pero de verdad también para su “gran
familia”, sus clientes y el país.
Nosotros,
en un gesto que trata de ser mágico, si la salud, últimamente tan baqueteada,
no lo impide, volveremos, con nuestros queridos amigos, a compartir mesa en el
Parador donde nos tragamos el ERE con el turrón, y lo que es peor ante las lágrimas
de algunos de sus trabajadores afectados por la injusticia y en una noche como
esa, ahora, que lo que sí es seguro es que determinados cambios acaecidos en
ese mismo Parador lo hacen aún más entrañable e ilusionante para nosotros de lo
que ya lo ha venido siendo siempre.
Muchas
gracias de todo corazón a cuantas trabajadoras y trabajadores, de cualquier
estamento, en los establecimientos de esta querida Red han mantenido abiertas
sus puertas con dignidad, Y esperemos que en un acopio de la misma, la nueva
directiva que urge en la cúpula de Paradores, sea este el último año que cierre
a cal y canto temporalmente a clientes y trabajadores las de algunos como por
ejemplo el de Vic Sau, Cervera de Pisuerga, etc.
(La foto de portada nos la hizo hace unos días Jesús Vegas, Jefe de Recepción del Parador de Cuenca, luego la hemos "navideado" nosotros).
(Pinchando en las letras de color distinto puedes acceder a otros artículos relacionados con lo que se expone en este)
“…si
uno puede, debe volver siempre al lugar donde alguna vez fue feliz.”
Hace
menos de un mes, habitando el bonito Parador de Santillana del Mar, completamos
Jesús y yo la ruta que iniciamos en el mes de agosto de 2009 en el Parador de
Zafra, que nos proponíamos que abarcara en principio la península con los
Paradores de Ceuta y Melilla incluidos, para después iniciar lo más seguida
posible la ruta por los cinco Paradores isleños.
Durante
esta ruta nos hemos alojado en 148 Paradores pues hemos repetido varios de
ellos, pero los distintos imprevistos encontrados en el camino con los que uno,
afortunadamente, no cuenta en la vida a pesar de todo, pues si no ésta sería
menos apetecible, haría menos ilusión, han impedido que hayamos podido afrontar
aún la ruta canaria, que en peores condiciones de salud ambos que en 2009 nos
proponemos hacer cuanto antes si la vida no lo impide.
Prácticamente
desde que tuve uso de razón he escuchado y leído en innumerables ocasiones “nunca
vuelvas al lugar donde fuiste alguna vez feliz…”. Y aún entendiendo la frase pretendidamente
sabia, y habiendo tenido que afrontar en cuantas ocasiones ha sido preciso la
parte de sabiduría que encierra, a estas alturas de mi ruta en la vida y en la
de Paradores, yo me atrevería a asegurar que si uno puede, debe volver siempre
al lugar donde alguna vez fue feliz, porque no pierde nada con ello; si en la
nueva ocasión es tan feliz o más, miel sobre hojuelas, y si no es así, se puede
reflexionar y valorar sobre lo qué le dio la felicidad la vez anterior, y
tratar de ponerlo en práctica para la vez siguiente… Porque mientras uno pueda, la
vida merece más la pena si hay una vez siguiente.
Parador de Zafra
Como
ya escribí en el artículo “Mi primera vez” me enamoré de la Red de Paradores de
Turismo de España, entonces Paradores Nacionales, en la puerta del “Raimundo de
Borgoña” de Ávila mirando una armadura cuando el Parador tenía solo unos pocos años
menos que yo. Percibí, intuí algo (decía mi padre constantemente que yo desde
muy niño “veía la hierba crecer”. Hoy cuando el ya no está, y afortunadamente
no ha podido llegar a verme tan cerca de la ceguera, yo hubiese preferido
simplemente ver. Ver la hierba crecer es una “facultad” que no le hace a uno más
feliz la vida).
Tuvieron
que pasar algunos años más para que con algunos de mis primeros ahorros
(muchos) pudiera dormir en él y empezar a conocer, en muy distinta situación a
la actual, a ese estilo personal, a esa especie inigualable en la hostelería,
de trabajadores y trabajadoras tan exigidos como exigentes en que la profesión,
los principios de atención al acogimiento al cliente (que en una buena mayoría había
y ha ido pasando de abuelos a madres, de madres a hijos..., y que procedentes de
distintos lugares de la geografía española, con cunas muy importantes como, por
ejemplo Bailén u Oropesa entre otras; y repartidos por prácticamente toda
España) les hacían parecer lo que se sentían: una “gran familia” que en su
trabajo acogía a otras en su disfrute. Si bien los acogidos comían en preciosos
y bien atendidos Restaurantes Comedores, y ellos en entrañables y cálidos “comedores
de familia”, en donde, mientras trabajaban podían compartir sus vidas, el nacimiento de sus hijos,
la pérdida de sus mayores,alegrías, penas, conocimientos, anhelos, amores y
desamores, etc.
Los
acogidos pagaban por serlo, y ellos, "la gran familia", cobraba por hacerlo cono
nunca lo ha hechoni lo hará ninguna otra cadena hostelera desde 1928. Quizá
parezca muy simplista (y desde luego conozco algo más de ella), pero esta es mi
idea desde niño en la armadura, y de mayor desarmado. Y todo ello dentro de Albergues,
Castillos, Palacios, Conventos, etc. que han sido y son de lo más hermoso,
valorado y buscado por propios y foráneos, del patrimonio de este país llamado
España. A lo largo de esta historia que alcanza ochenta y ocho años en la
actualidad, he sabido de gestores, de políticos, que han respetado mucho a
esa gran Red, y de otros que la han faltado mucho al respeto, pero no es de eso
de lo que deseo tratar ahora. Eso sí,he con siderado y cosidero que, comp mínimo, para ser `residenta o presidemnte de Paradores, si bien no se haya enamorado antes de la Red (eso no está al alcance de cualquiera) tuviera de ella un mínimo conocimiento aunque fuera tan simplista como el mío, y no pensaran, cuando la conocen que es una sitio, generalmente "un premio" dondo poder ganar mucho dimero, e invitar a muchos amigos.
En
1981 conocí el amor por primera vez en la persona de un noble y valioso
granadino al que tuve que convencer para que me llevara al Parador de su
tierra, porque es cierto que aún hoy en día, salvo destacadas excepciones, los
habitantes de localidad con Parador no son muy dados a vivir algunos días en ellos,
y en esa ocasión era nada menos que el que se encuentra dentro del Generalife.
Valió la pena el esfuerzo pues ahí comenzó una ruta que unió el amor a
Paradores con el amor a una persona que pensé para siempre. Pero la vida manda
mucho más que yo, y el 30 de septiembre de 1987 fallecía Gerardo con 35 años, y
con sus cenizas esparcidas en el mar de nuestra querida Almuñécar, se diluyó
también una ruta que nunca quise continuar ya. Sin olvidar jamás a la gran
familia, quise olvidar de golpe y porrazo a Paradores.
Nueve
años más tarde, el 13 de mayo de 1995 conocía en Tudela, tan cerca de Calahorra
y de Olite a quien hoy me ayuda en el teclado para poder haceros llegar lo que deseo
contar. Es decir otro gran amor, ni mayor ni menor que el anterior, simplemente distinto,
importante; los grandes amores no admiten comparaciones; de nuevo el amor con mayúsculas, que esta vez viene durando 21
años.
Era
inevitable, al primer lugar que me llevó al día siguiente de conocerme, y antes
de volver a mi Madrid natal, fue a Olite, a pasear su Castillo… y su
inolvidable y precioso Parador. Yo entré a él como inducido, anestesiado quizá
sería la palabra. Volví a notar el “olor a tarima” del Raimundo, volví a ver a “la
gran familia” alrededor, pero todo en mi mente tiraba hacia fuera.
Probablemente cuando uno ha perdido antes tanto, rechaza a toda costa volver a correr riesgos grandes.
Estuvimos en la cafetería, tomamos algo, vislumbré la armadura y nos fuimos.
Algo
similar sucedió en Calahorra meses después, esta vez acompañado también de mi sobrina
María, entonces una niña muy pequeña, que quise llevar a Tudela a que conociera
a la persona con la que diez años después me casaría ante ella. Pero no dormí en
Calahorra. Y lo mismo en Argómaniz, tampoco muy lejos de la que hoy también es
mi tierra por adopción. En definitiva, yo había decidido que Paradores como
tantas otras cosas queridas, pero prescindibles, desaparecieran de mi vida
con Gerardo desde aquella ruta inconclusa.
Sin
embargo el día 15 de agosto de 2009 (ya cuatro años casados) volviendo de
Rosal de la Frontera (Huelva) de que Jesús recogiera el Premio de Poesía que
ese año ganó él, me dijo, por sorpresa, que prefería no hacer el viaje de un tirón y que con el premio
me iba a invitara comer y a dormir en un hotel. Y así fue como me
encontré en la puerta del precioso Parador de Zafra (pues yo
creo que Jesús si no hubiese sido navarro, hubiera querido ser extremeño, es
una tierra que adora). ¿Y quién le dice a su conyuge, a una persona de la que conocía
perfectamente sus pretensiones, que en ese momento, después de catorce años de
amor y convivencia siente aún mucho más miedo ante la idea de tener que
interrumpir la ruta de nuevo si la vida interviniera negativamente. Yo no tuve
valor, y sí mucha valentía para tirar para adentro y ver la complicidad que existían
entre la Recepción y él porque debía haber habido "previos" al no estar seguro de que hubiese
accedido a llegar al mostrador.
Y
así, aquella mañana agosto de 2009 en Zafra (cuando yo ya había perdido por unaenfermedad genética la visión de mi ojo izquierdo desde 2005 pero vivía como si
no) comenzó sin que yo lo supiera la ruta por Paradores que completamos hace
pocas semanas. Y durante la cual, debo decirlo con toda verdad, nunca tuve que
decir a Jesús que volviésemos a un Parador, pues algo de lo que más feliz me siento
hoy es que, probablemente sin querer, le había transmitido mi amor por la gran
familia, mi idea de Paradores y su gente, y luego ya fue esta, y su
incomparable historia de amabilidad, calidad, leyenda y acogimiento, la que
hizo que Jesús llegase a amar Paradores, a su manera, tanto como yo, y el ha sido el gestor de las reservas y los caminos.
Durante
esta ruta he vuelto a lugares en los que fui feliz y lo he sido menos, y a
otros donde fui menos feliz que ahora cuando he vuelto, por unos u otros
motivos. He declarado muchas veces de forma abierta y sincera mi amor a Paradores; he contado algunas pequeñas parte de la historia de esta querida Red. Hemos conocido a través de una bien pensada pero mal
gestionada red social que construyó Paradores, llamada “PARADORES ACTIVO” (donde
nació, también sin darme cuenta, el “raimundo de borgoña que aún soy hoy), personas que se declararon Amigos de
Paradores, y luego también nuestros, y con algunas de ellas organizamos unos “Encuentros
de amigos, Amigos de Paradores”, que llevamos a cabo en Alcalá de Henares, La
Hostería del Estudiante también en Alcalá, Lerma, Zafra, Cardona, Alcañiz, Almagro
y Soria.. Y que podrían haber sido muchos más, pero que me vi en la obligación de suspender porque cada vez era más patente que una buena partede los supuestos
amigos, ni sabía respetar la amistad a Paradores, ni a los demás, y “la gran familia”
no se merecía eso, y menos en mi nombre. Era preferible seguir yendo con los pocos amigos
que uno quisiera, y quisieran de verdad.
Desafortunadamente en febrero de 2012 la ruta se hizo más "dura", fue nombrada la ex mujer de Rodrigo Rato como presidenta deParadores, en mi opinión la peor presidenta de la Historia de Paradores.Probablemente los haya habido
peores, pero yo no los he conocido ni los he sufrido tanto, y este, reitero es mi punto de vista y experiencia. Como era esperable, y supongo que le era exigible trasladó a la Red pública todas estas consecuencias de neoliberalismo reinante,
que tenía en Madrid su punto fuerte con "las chicas Aguirre", y del que Rajoy ha dado un master en toda España. Sepatentizaron en Paradores en un intento de privatización tan imprudenten como salvaje, un ERE, un ERTE, un
empeoramiento muy notable del trato a las trabajadoras y los trabajadores, con
muy serias repercusiones, lógicamente, en la calidad de atención a los clientes, a base de
recortes, bandazos, y falta de conocimiento y escucha a quienes sí conocían Paradores, que, al parecer, según informan partes interesadas, hoy han conseguido
“el resurgir” de Paradores, como, seegún forman informan partes interesadas del
Gobierno, se ha terminado la crisis en España mientras, por ejemplo, mueren
ancianos calcinados porque les cortan la luz en sus casas por no poder pagarla,
y deben vivir con velas. Por no añadir más indignidades.
Todo
ello originó una serie de protestas y descontentos, que en la medida de mi sentimiento también
han sido reivindicadas en este blog (y que si os interesa conocer podéis encontrar en su archivo de artículos a la derecha del blog). O nos han proporcionado el
conocimiento de situaciones humanas tan tristes como la amarga Navidad de 2012.
Mientras,
nosotros seguimos, con más motivos aún, nuestra ruta, que nos ha proporcionado tanto afecto como
conocimiento de algunos aspectos de los que hemos hablado o escrito, y donde hemos podido constatar
cómo si es que fuese verdad que la situación en Paradores duera tan boyante como declara
su todavía presidenta se debería sin duda alguna al sufrimiento y el trabajo de la
gran familia. Y cuando hablo de “la gran familia” no pretendo hacer demagogia,
me refiero a los integrantes de cualquier estamento de la estructura que hayan querido salvar la Red a base de esfuerzo y sacrificio personal, y tratando de
que los clientes echaran lo menos posible de menos, aquello de la calidad, la
amabilidad y la leyenda, que a no pocas de sus gestoras y gestores en la cúpula parecía importarles un pito.
Pero
como la vida si puede ser más lacerante lo es, en el mes de noviembre de 2014
durante una intervención quirúrgica a Jesús para extirparle el colon, el
cirujano le hizo tres negligentes “agujeros extra”, y lo que debía haber sido
una semana de hospital se convirtió en diecisiete días de UCI con peritonitis,
sepsis y fallo multiorgánico. Es decir que cada mañana y cada tarde en mi visita de media hora, me advertían lo que yo veinte años antes,cuando entrábamos en el Parador de Olite me temía que me pudiera volver a pasar
alguna vez. Que Jesús no saldría de ahí.
Pero
sin que nadie se explique cómo, un mes después volvimos a casa con Jesús con treinta
kilos menos, hecho una pena y con secuelas muy serías que persisten en la actualidad. Necesitó de más de un
año de su férrea voluntad y de mis cuidados. Pero después de algunos ensayos
previos el mes de octubre de 2015 (tal como me prometía cada una de las tres veces en cinco días que le llevaron al quirófano) volvíamos a
Granada, a la Torre del Alba del Parador.
Y
por si no tenáimos suficiente, cuando él ya estaba enjaretado dentro de lo
posible, y después de habérseme declarado en el mes de mayo de 2014 también en elojo derecho la enfermedad que me privó de la vista del otro, dos años después,
con una visión exigua que iban tratando con inyecciones intravitreas, en el mes
de junio de este mismo año 2016, al despertarme, precisamente en un Parador, comprobé
que prácticamente no veía nada. De ahí al Hospital a urgencias... tenía nada
menos que una endoftalmitis, que requirió de dos intervenciones quirúrgicas en
tres días y de la implicación y la pericia de alguien inolvidable ya en mi
vida: la doctora Alicia Valverde y su equipo del Hospital Clínico San Carlos de
Madrid, que consiguieron que no me quedase ciego, y siguen luchando por ello.
Tuvimos
que anular todas nuestras vacaciones de verano, ylo que iba a ser el descanso de la árdua tarea de Jesús, Paradores como Almagro, Mérida y sus Festivales de Teatro, Manzanares,
Albacete, La Gomera, Santillana del Mar, y pasar quizá el peor verano de
nuestras vidas.
Parador de Santillana del Mar
Pero
el pasado mes de octubre contras los vientos y las mareas que tanto por la parte de la nueva etapa de Paradores desde 2012 como por nuestras graves dolencias, y con muchas felicidad volvimos
a un lugar en el que ya habíamos sido felices, pero en su otro Parador, “Gil
Blas”, y donde encontgramosel mismo afecto que hemos disfrutado de “la gran familia” desde el
mes de agosto de 2009 en Zafra durante toda nuestra ruta. Y en Santillana del Marla completamos.
Esta
Nochebuena esperamos poder cenar en un Parador con nuestros amigos, esos sí de
verdad, y de Paradores, Ana Tortajada y José Luis Martínez, como ya lo hicimos
hace tres años con ellos en el de Aigüablava, y lo habíamos hecho nosotros dos antes
en el de Alarcón, Plasencia, Nerja y Córdoba, y Cádiz.
Y
todo en fin, porque en la vida pueden existir, y existen, más familias, que la
que nos impone nuestro lugar de nacimiento y genética, y yo encontré algunos miembros de ellaen Ávila, en el Parador Nacional “Raimundo de Borgoña” cuando
apenas era un adolescente, que me llevaron a conocer y disfrutar a lamás
grande de España.
Cuando veo ese mapa que figura en la cabecera de este artículo, lleno de puntos verdes, no puedo evitar que la memoria me lleve a lo hostil que me resultaba la visión cada mañana en mi etapa de alumno de colegio público franqujista, de aquel mapa lleno de colorines donde el país vasco se llamaba Vascongadas, o Madrid era de Castilla la Mancha, etc. y del suplicio que me suponía no poder aprenderme que el mercurio era de Almadén, que el ganado porcino y las bellotas eran riqueza para Extremadura, que el Ebro nacía en Fontibre, el Guadiana en la Sierra de Cazorla... Y lo fácil que me ha enseñado Paradores la geografía de mi país, e incluso que un destacado miembro bailenense de su "gran familia" nos llevó gentilmente a Jesús y a mí al nacimiento tan pequeño del Guadalquivir, que es un río tan grande, eso no me lo dijeron nunca en la escuela.
A
toda esa “gran familia”, a los miembros que se fueron para siempre porque los años y la
enfermedad así lo haya decidido, a los que se han ido para siempre porque les
ha echado una mala política y una gestión errática, a los que están en la
actualidad en mejores o peores condiciones, a mis amigos Ana y José Luis, y a
mi querido Jesús que se empeñó en Zafra en hacer una ruta entera conmigo, y que
se resistió cinco años después en la UCI de un hospital como gato panza arriba a que yo la tuviese
que interrumpir de nuevo, esta vez ya para siempre, quiero dedicar este artículo con todo mi agradecimiento y cariño.