LA GRAN FAMILIA

LA GRAN FAMILIA

lunes, 21 de diciembre de 2015

"DESIDERATA DESESPERATA… EL GEN INMUTABILE, O LA PLASMATORIA”





No deseo resultar simplista, ni ingenuo, y sí realista pues a la realidad me remito.


Una vez ejercido el 20 de diciembre de 2015 el derecho al voto por parte del pueblo, o sea de los míos, no puedo comprender qué les lleva a volver a premiar al Partido Popular (PP) con resultar de nuevo el partido político más votado por la mayoría, esta vez no absoluta ¡hubiese faltado más! en el Parlamento, y a la mayoría absoluta, ahí sí, en el Senado.


Durante los cuatros últimos años, por no hablar de uno mismo, que no resulta empático, he  tenido que sufrir el sufrimiento, valga la redundancia, y  soportar las quejas, el disgusto, la amargura, las lágrimas, las malas noches de muchas personas a mi alrededor a las que han dejado a sus hijos sin becas, a sus mayores sin residencias, a sus dependientes sin prestación o reconocimiento, que les han vendido la sanidad, les han cercenado la educación, les han desahuciado de sus casas, les han recortado todo lo que han podido y hasta lo que no podían, les han quitado, eufemísticamente “aplazado” como dicen, las pagas, les han dejado sin convenios en sus trabajos, etc., y por último les han dejado sin trabajo hasta llegar a colocar al país en la situación de desempleo y falta de respeto a los derechos en que se encuentra.


Todo ello mientras les intentaban convencer desde un plasma que no eran rescatados económicamente  por otros países, y al mismo tiempo que de sus espaldas, de las espaldas del pueblo, sacaban una y otra vez cantidades ingentes de dinero público para, ahí sí, y de forma preferente, rescatar las distintas entidades bancarias de los pufos inconmensurables de la cadena más grande de corrupciones y corruptos en la que España se ha visto y se ve inmersa.


Bastantes de estos aspectos han quedado claramente constatados por el voto de castigo al PP, otorgando la confianza a opciones antagónicas. Pero la realidad es la realidad, y las urnas arrojan que el Partido Popular ha vuelto a ser el partido más votado por los y las españolas. E incluso que, si nos descuidamos un poco, con la ayuda de esa otra derecha a la que le ha ido peor, hasta hubiesen podido sumar y hacer en España lo que están haciendo en Madrid desde las últimas elecciones autonómicas, que es, si cabe, empeorar lo anterior en muchos aspectos.


Sinceramente, ante mi desconcierto, vuelvo a pensar algo que hace años, cuando todavía podía escribir yo al teclado la cosas que pensaba, me repiquetea la cabeza, y es si toda esta obstinación de fustigarnos del pueblo español no nos procederá de algún gen (partícula de material genético que, junto con otras, se halla dispuesta en un orden fijo a lo largo de un cromosoma, y que determina la aparición de los caracteres hereditarios en los seres vivos…). Que como quiera que algunas generaciones durante cuarenta años tuvimos que aprender a vivir bajo una dictadura, no haya mutado en nosotros algo que, inevitablemente, aunque deseemos y declaremos votar a otro partido que no sea el PP, nos conduzca como plasmados una y otra vez a coger irrefrenablemente su papeleta y a introducirla en la urna muy a pesar nuestro. De verdad que apelando al campo de la coherencia y la inteligencia no se me ocurre nada distinto visto lo visto.


No puedo entender cómo después de lo que han hecho en y con la Red pública de Paradores de Turismo de España en los últimos años, todavía pueda existir la posibilidad de que en el reparto de los posibles pactos, puedan volver a “premiar” a una persona del PP para su máxima responsabilidad o para la comparsa.


Creé hace algunos años este blog para hablar de Paradores, no para lo que estaban haciendo con Paradores, pero la necesidad creciente, y cuando uno ve tan mal tratado lo que ama, no es que olvide los paisajes, los castillos, los palacios, los conventos… el patrimonio hermoso de España,  es que se ve uno impulsado, incluso aunque no vea, a intentar defender lo que ama, lo propio, lo de todos, de alguna humilde manera.


No se resigna uno a verlo diezmado, externalizado, repartido, ninguneado. A no poder entrar a unos comedores, o encontrárselos sin mantel y sin personas que los pongan, donde no hace tanto se servían maravillas del país que durante su Historia han hecho mucho por él y por su prestigio, procedentes de unas cocinas en muchísimos casos semivacías ya.


Y aunque los ojos ya no le respondan a uno para lo que la mente sí ve, pide uno que le escriban de esto en lugar de los paisajes, las familias, las localidades, los platos… que lleva en la cabeza desde un día que, por fin, consiguió entrar en un Parador, Nacional entonces, “Raimundo de Borgoña” de Ávila. Y que es de donde en las horas más adversas de la vida debería uno tirar, debería uno albergarse (preciosa palabra de inicio) para intentar vivir mejor de lo que el PP nos deja.


La vida en el mejor de los casos en muy corta, y la mía, también en el mejor de los casos ahora ya, a diferencia de aquella mañana en Ávila, mucho.

Sinceramente, por lo que he visto en la familia de mi cónyuge que me escribe estos pensamientos, y por lo que no veo en la mía, creo que la genética es inexorable, y que mientras la del pueblo español sea seguir dando mayorías votantes a los neoliberales que nos han dejado como estamos en España y en Paradores, yo debo tirar de mis genes de sentido común, que los tengo, y volver a los paisajes.

En ellos siempre nos seguiremos viendo.
Buenas noches y buena suerte.


FELIZ NAVIDAD, MUCHA ALEGRÍA, Y SALUD.

jueves, 10 de diciembre de 2015

"EMPEZARON CON DE LAS MUELAS Y SE DESPIDEN CON SANDOVAL… CUALQUIER COSA MENOS “PARADORES” "I LOVE PARADORES · PRIMERO, SEGUNDO Y POSTRE..."




No dejaría de tener gracia, si no fuese porque, en mi opinión, esto más se parece al regodeo, a echar vinagre en la herida, a la constatación de un desprecio y una falta de respeto del tamaño de una cocina, que titulen como “i love Paradores”; primero, segundo y postre a lo que precisamente no ha hecho nunca esta última dirección de Paradores, que lejos de “i love”, en mi opinión y en la de otros muchísimos clientes, parece haberlos considerado casposos, los ha ninguneado, depauperado, humillado, segmentado, dividido, ha bajado la calidad en la materia prima y en el servicio hasta límites insospechados, ha dado un trato al personal que no hay más que escuchar a casi cualquier miembro de la plantilla, o tener que esperar tiempo y tiempo para que, estresados, puedan atenderte, etc. para atisbar hasta donde ha llegado la cosa.


Desde mi criterio y conocimiento han arrasado con la calidad, con la leyenda hasta resultarme difícil la idea de que pueda volverse a poner en pie por más que se sacrifiquen sus trabajadores y trabajadoras. Y no han podido con la amabilidad porque eran ochenta y tantos años anteriores de llevar la “P” en el pecho, pero la desmotivación de la gran familia es triste y evidente, como no podría ser de otra forma visto lo visto, y vivido lo vivido. Es más de los mismo de lo que han hecho con el país sus correligionarios.


Pero parece ser que aún n o tenían bastante, y después de comenzar intentando fagocitar, monopolizar, externalizar, empeorar, como por ejemplo en “Mar i Vent” en Aigüablava, los cócteles y las tapas de Paradores, e intentar poner a los pies de un particular de escasa fama y prestigio profesionales, algunos de los mejores y más rentables Paradores de la Red, a diez días de la Elecciones Generales que ojalá les levante de una vez de las poltronas de la alta dirección de PARADORES, se buscan a un mediático cocinero para, supuestamente, declara su amor a Paradores y darles el tenedorazo, espero que final.



Con todo respeto hacia el señor Sandoval, contra el que no tengo absolutamente nada, si acaso el pesar por los, al parecer casi 40.000 euros que hubieran podido invertir y que tanta falta hace en las cocinas de Paradores, y con todo respeto a cuantos cocineros de Paradores hayan tenido que participar de comparsa para la foto, en Paradores casi todo funciona o no funciona centralizado, a la voz de ¡ar!” como cuando yo hice la mili.


De esto ya escribía en el artículo “¡DE PARADORES SEÑOR!... LA COCINA GENEROSA", que también, o más bien podría haber sido señora, me resulta vergonzante, que después de haber encontrado a unos cocineros y cocineras en la Casa, que de no haber decidido apostar un día por PARADORES, ahora podrían tener al menos las mismas estrellas que el señor Sandoval o cualquiera otro, que después de haber cerrado comedores, haber quitado los manteles, haberse dedicado a convertir a espléndido camareros de gran formación y experiencia en “taberneros” de tapas con libreta y lápiz, después de estar promocionando siempre los mismos Paradores y su correspondientes cocinas ignorando a casi todas las demás, de haber hecho una merma en las cuadrillas de la cocinas que hace imposible un funcionamiento digno de tal Red hostelera, de haber cerrado las despensas hasta lo insólito, empobrecido los menús de tal forma que en no pocos Paradores de la Red no se puede estar más de tres día sin bostezar frente a la carta, y eso si no te toca Tamizia, etc. de hacer una pasada por los míticos bujes de desayuno que los ha dejado silbando, ahora se despidan, espero, con esta afrenta.

En casi cualquier cocina de cualquier Parador de la Red existe uno o más profesionales como la copa de un pino a los que habiéndose formado para hacer cuando menos lo mismo que el señor Sandoval si les proporcionan los medios suficientes, y sin ambicionar focos ni cámaras, se ven obligados a preparar sandwich, cortar pulo o empanada y poco más.


Menestra riojana según Mario Sandoval en la presentación
Tan solo por poner un ejemplo, podrían ser muchos más, el del último Parador en el que me he sentado hace unos días en su comedor tres días seguidos, el bellísimo de Vic Sau, un Parador en mi opinión absolutamente olvidado por la Dirección de la Red, existe en el una Cocina espléndida elaborada por su Jefe de Cocina y compañeros, de tal categoría que la única pega que se le podría poner, es tener que repetir platos si estás más de dos días ante lo cicatero del contenido de esas exiguas y feas cartas negras por las que han cambiado las que nos ilusionaban, y que, lógicamente ya no pueden ofrecerse pues han acabado con su personal. No hay manos para poder hacerlas ni aunque mandasen a la cuadrilla de cocina del señor Sandoval, que no es lo mismo atender un pequeño restaurante familiar con el foro vendido, que casi 100 establecimientos que dieron gloria a la cocina española en el mundo, y de los que muy probablemente hayan aprendido no solo este último sino muchos más estrellados.


Es tremendo tener que ver como camareros, cocineros, jefes de cocina intentan llenar sus Comedores con una precaria oferta aunque sea saliendo a la calle a coger a los clientes a lazo, mientras ahora nos “sandovalizan” con un amor tan inexistente en mi opinión como el decoro y la ética.

"Bacalao, Foie y Manzana" de la Cocina del Parador de Vic-Sau

Los clientes de Paradores, y los españoles supongo cuando queremos y podemos pagar la cocina del señor Sandoval sabemos dónde ir, y en PARADORES queremos que vuelvan los cocineros y las cocineas que hicieron grande la Red, que fueron y son pilar de sustento de la misma junto a sus compañeros, y no queremos oropeles caros y dudosos mientras se caen a cachos las cocinas de los Paradores. 


Decía mi padre, que procedía de una humildísima aldea de Lugo y que tenía en gran estima, cariño y respeto a cuanto le había tocado pertenecer y vivir en su pueblo, y en el de mi madre, mujer igualmente de origen humilde y popular amante de sus orígenes, que  aquellos que menospreciaban y descartaban lo bueno de dentro para adoptar modernidades dudosas que llegaban de fuera, le parecía "paletos"; pues eso digo yo: paletas actuaciones, perniciosas y de postureo. 


Por favor señora presidenta y acompañantes váyanse cuanto antes y llévense sus tamizias, sus marmitias, sus esentias, sus naturias y toda esa sarta confusa y difusa que tanto mal está haciendo a PARADORES, y déjennos a unos cocinar y a otros comer en paz… que nosotros sí que “I love Paradores”.

martes, 1 de diciembre de 2015

“DE LA UCI A LA “TORRE DEL ALBA”… DE LA MANO DE LA GRAN FAMILIA”



No quería dejar pasar este mes de noviembre de 2015, y hoy es su último día, sin hacer este pequeño homenaje al tremendo esfuerzo de Jesús, y también la expresión de mi agradecimiento a los miembros de la gran familia de PARADORES, a algún miembro de la mía, y a los amigos y amigas, que me han ayudado a “empujar”, a incentivar y fomentar, la ilusión de Jesús en este año transcurrido, que visto desde aquí ahora hasta podría parecerme corto, pero que ha sido largo, muy largo y muy costoso.

Se me hace raro tener que dictarle al propio Jesús estas palabras que deseo dirigirle y dirigiros, pero también pienso que, a menudo son muchas las veces que nos callamos los sentimientos, y en el mejor de los casos los escribimos. Mis dificultades en este caso se ponen de acuerdo con esta declaración.

Al pequeño equipo de dos personas férreo, indisoluble en nuestra voluntad, y casi siempre inasequible al desaliento, se han sumado nombres de personas de la “gran familia” de mis queridas Casas que no deseo hacer constar aquí por el temor a omitir alguno, y son muchos, y porque no deseo hacer de menos a los que, sin duda, hubiesen querido ayudarnos, y lo han tenido que hacer en espíritu, pues el año no ha dado para más. Y lo mismo hago con los amigos del alrededor, porque en la vida es muy frecuente no dar cabida por error o desconocimiento a personas que están dispuestas a ayudarnos, y sin embargo prestar tiempo, energía y hasta afecto, a personas que uno considera importarles, y que en situaciones como la vivida dejan totalmente expuesta su catadura moral.

El pasado 14 de noviembre de 2014 se sometía Jesús a una intervención para extirparle un colon muy afectado, y con la intención de prevenir males mayores ante la evidencia de lo que la genética ya había repartido dramáticamente entre los miembros más allegados de su familia: padre y hermana. Y así, lo que, según el cirujano debería haber sido una noche en la UCI y una semana de internamiento, se convirtieron en dieciocho días en la UCI entre la vida y la muerte, las situaciones deben reflejarse como son, tres perforaciones realizadas durante las intervenciones, peritonitis, fallo multiorgánico, distress respiratorio … tres intervenciones quirúrgicas en cinco días y el “regalo” de una ileostomía con su correspondiente bolsa.

El milagro de la fuerza de Jesús, el buen estado físico con el que ingresó, y la inolvidable mano de la intensivista Dra. Victoria Barrio Nebreda en la UCI, consiguieron poder subir a la habitación en un estado muy precario a la persona que más quiero el 2 de diciembre de 2014, donde tuvimos que permanecer hasta finales del mismo mes.

El día que nuestras queridas prima y amiga Maribel e Isabel nos trajeron a casa, y ya cuando me quedé solo con ese hombre de casi treinta kilos menos de los que había salido, y una bolsa más, comenzó el año más arduo de mi vida, el más trabajado dentro de mis posibilidades. Pero todo hubiera sido insuficiente para cuidar una vida que creo querer tanto como a la propia, que sin la suya tendría poco sentido.

Y hasta aquí la parte terrible, necesaria de contar como argumento, como explicación, a esto otro que quería agradecer, y que queda reflejado de alguna manera en las imágenes.

Antes de la intervención nefasta nos habíamos despedido en Santo Domingo de la Calzada de nuestra querida ruta por Paradores para, si podíamos, de acuerdo con lo que nos había dicho el galeno, pasar la Nochebuena el 24 de diciembre en el Parador de Málaga Gibralfaro, alojarnos después en Málaga Golf, y llegar al nuevo Parador Cádiz que aún no hemos podido conocer. Y si la recuperación era un poco más costosa, en febrero en Granada, en la Torre del Alba del querido Parador, donde Jesús tenía gran ilusión por llevarme para que a la vista de la gravedad de mi dolencia visual pudiera ver aún en la medida de mis limitadísimas posibilidades, uno de los más queridos paisajes del mapa de mi vida. Y después, en mayo, haríamos un encuentro con amigos en el no menos querido Parador de Ávila, mis orígenes en Paradores.

Por ello, y porque sabía el tirón que tenía para Jesús ese compromiso, cada vez que le llevaban a practicarle una nueva intervención a la desesperada, le decía por el pasillo por el que iba su camilla: “recuerda que tienes que llevarme a Granada, me los has prometido”. Y el siempre asentía en la forma que su estado le iba permitiendo, pero siempre.

Cuando ya se vio en la habitación después de como dice su espléndido internista, (el Dr. José Mora Sainz que, junto a su esposa, Laura, forman parte ya de esas personas a las que guardar siempre en nuestras vidas afecto y agrdecimiento) “llamar a las puertas de San Pedro…”, me dijo con mucha preocupación que “teníamos que suspender lo de Cádiz, que no se encontraba con fuerzas para ir a Granada en febrero, y que no sabría si podría ir a Ávila en mayo…”. Estoy seguro de que a pesar de lo exhausto que se encontraba, no sabía todavía tanto como yo, lo fundamentadas que estaban esa falta de fuerzas que no de ánimo, que nunca le faltó, y mis dudas de que fuésemos a poder volver, y lo poco que me importaba eso ante lo que estaba dispuesto a luchar porque se quedase el.

Pero ser navarro de la Ribera tiene su aquel también en estas ocasiones, y yo también soy de una contumacia que puede llegar a asustar. Así una mañana del mes de febrero de 2015, después de haberle “empujado” medida y convenientemente, y no solo yo, sino su fisioterapeuta Abraham, su logopeda Sara y sus médicos de asistencia domiciliaria (otras personas a las que no olvidar ni dejar de agradecer jamás), cogimos un Cercanías para Alcalá de Henares, muy cerca de nuestra casa, Ciudad de letras y con Parador, dos de las más grandes ilusiones de Jesús. Mi intención era que tomase algún aperitivo en la cafetería, quizá un sándwich si le apetecía, que volviese a respirar aire de Paradores. 
Pero en la puerta del mismo estaba esa mano amiga y profesional que podría ser espléndidamente, ya lo había sido antes, el embajador de todos los demás, y yo sé leer en el brillo de la mirada de Jesús. Por tanto en unos minutos le encontré sentado en la Hostería del Estudiante ¡nada menos! repleta de gente, pero en la que hubo un hueco milagroso para él. Y ahí disfrutó, entero y verdadero de su primer menú en Paradores post vuelta a la vida. No recuerdo en este momento nada más emocionante en mi vida durante muchos años. Para él era un menú de supervivencia, pero en Paradores y en Alcalá de Henares y conmigo; es decir volver a la vida. Tal es así que estoy seguro de que no se enteró de ninguna otra cosa que pasara a su alrededor que no fuesen los platos y la alegría de vivir.

La Hostería, y quienes la atienden le dieron fuerza para dos meses después, en abril, plantearnos la primera pernocta (como en la mili) fuera de casa, en nuestro “Parador de cabecera” por ser el más cercano: Chinchón, donde la preciosa habitación, la espléndida Cocina, el inolvidable jardín, y siempre la mano de la gran familia, le devolvieron a Paradores ¡Y además aquí ya llegó conduciendo!

Todo lo demás, siempre con el esfuerzo que debemos ponerle, ha sido un rosario de emociones, amistad, cuidados y consecuciones. Así, conduciendo de nuevo, llegamos dieciséis días después un poco más lejos, al precioso Castillo de Oropesa mientras rescataban a una princesa de verdad en sus almenas, y a una de las habitaciones más preciosas e históricas que puedan encontrarse en la hotelería mundial. De nuevo la mano de la gran familia, y el Comedor con vistas al campo Arañuelo obraron el milagro. Y muy particularmente el recuerdo de la visita de unos de los bebés más preciosos que hemos visto nunca. Jesús se ha dedicado a la docencia por su amor a la infancia y a la juventud y su generosidad y responsabilidad con ellas son proverbiales y muy constatadas en su biografía. Y en cuanto a los bebés va por la calle girando cabeza cada vez que ve un carrito.
En el mes de mayo se cumplía un año que se habían casado en el Parador de Sigüenza nuestros amigos Aurora y Alfonso, y en el mismo Parador quería conmemorarlo junto a unas cuantas personas queridas entre las que teníamos la inmensa suerte y el agradecimiento de estar invitados nosotros. La nobleza del Castillo y la de la amistad, y el paseo por el mapa de la geografía vital de Alfonso fueron un bálsamo para Jesús, e hicieron la estancia inolvidable.
Y ya en el mes de junio no podíamos esperar más para volver a nuestro querido “Raimundo de Borgoña” en Ávila, que tan cerca está e Madrid, y tan metido en mi corazón. Difícil expresar lo que supone volver a esa Casa con Jesús tras lo arriesgado, no tengo letras. A la entrada en el Parador, la armadura de mi vida tenía un sobre dirigido a nosotros debajo del brazo con un mensaje inolvidable. E imposible expresar la cara de Jesús ante el espejo del baño de nuestra entrañable habitación en la Torre a la que nos acompañó uno de los miembros de la gran familia más apreciado por nosotros, de los amigos que mejor saben sonreír y acoger desde una recepción, y que podría representar espléndidamente a todos los demás. Afortunadamente quedó una imagen de ello.

Y cuando en ese mismo mes pensé en buscar una piscina en Paradores, otro de los momentos de más tirón en este año para Jesús, no podía ser otro que “el último albergue”, ese emblema del acogimiento de la Red, de su Historia, que es el Parador de Manzanares. Para nosotros Manzanares y amistad son la misma cosa, Así que, como diría su querido Jefe de Comedor ¡Miel sobre hojuelas!

El día de mi Santo en Julio nos fuimos al principio de Paradores, al Parador de Gredos, por el que ambos sentimos debilidad, buscando un poco del frescor de sus pinares, y el calor de su Historia. De nuevo las manos amigas completaron lo inolvidable del viaje.

Una de las cosas que más nos han unido a Jesús y a mí en estos veinte años de convivencia ha sido nuestra pasión por el teatro. Por ello, como ya habíamos ensayado llegar a Manzanares sin problemas de infraestructura, a Manzanares volvimos para desde ahí ir al Festival de Teatro Clásico de Almagro. Concretamente a ver “El sueño de una noche de verano”, obra capital en mi vida de aficionado, y cuya música incidental compuesta para ella por Mendelssohn sonó en día que nos casamos en Tudela. Aprovechamos este viaje a Almagro para ir a visitar a queridos amigos del Parador que se habían preocupado por Jesús y llamado por teléfono durante los peores momentos. Inolvidable la representación de Tim Robbims, y un logro más para Jesús en un montaje obra que duró cuatro horas.

Ya en agosto decidimos hacer más largo el viaje, en coche y sometidos a mas inclemencias por el calor (una de las secuelas de la adversa operación, obliga a Jesús a ingerir diariamente cuatro litros de líquido, preferiblemente agua), y nos fuimos al precioso Parador de Córdoba “La Arruzafa”. El Parador y su gran familia por si mismos reunían el acicate para llegar hasta ahí, pero la causalidad (no creo en la casualidad) propició que acabase de integrarse a la plantilla del Parador una de las personas que, junto a su mujer, más queremos dentro de esa querida Red, y que mejor sabe lo que representa la misma, y lo que representa para mí. Nos había llamado varias veces durante el internamiento de Jesús, y la alegría de encontrarnos fue grande.

Y otro del precioso pilares de la Historia de Paradores junto a Gredos y Oropesa, el Parador de Úbeda, fue el elegido por Jesús, por su gusto y recuerdo de otra estancia en el mismo, para pasar el día de lo que podríamos considerar su primer cumpleaños. Entre la gran familia del Parador de Úbeda están también personas queridas ya desde la recepción, y ellas, el patio, la maravillosa Cocina, la preciosa habitación, y la fecha hicieron el resto y la compensación de este ya largo viaje.

Cinco días más tarde volvíamos al Parador de Alcalá de Henares, donde en febrero, en la Hostería, habíamos retomado sin saberlo la ruta, pero esta vez lo hicimos acompañados amigos, esa pareja espléndida y entrañable que forman Ángeles y Julián. La velada fue corta, pero se nos hizo más corta aún por lo grata. Es un remanso de paz estar y cenar con ellos. Además nuestros acogedores y queridos amigos del buque insignia de la modernidad de Paradores, que saben cuánto nos gusta conocer habitaciones distintas en la Red, nos descubrieron gentilmente otra preciosa habitación del extenso catálogo que supone el establecimiento.

Unos días más tarde volvimos al incomparable Parador de Guadalupe a cumplir una promesa que otras personas habían hecho por nosotros, y que luego decidieron no cumplir. A nosotros nos enseñaron que cumplir con lo prometido es esencial en la vida y para ella, y si, además el alojamiento va a ser una de las preciosas habitaciones de la parte histórica del Parador, y se puede cenar en su jardín, la recompensa ya se encuentra ahí. Además de una de las piscinas favoritas de Jesús.

A principios de septiembre quiso Jesús ir a su tierra: Tudela, y mía de adopción desde que nos casamos, pues sus compañeros y compañeras de estudio del instituto celebraban una reunión después de muchos años. Y como Tudela todavía no tiene Parador, y Olite está pasada esta, nos alojamos en otro de nuestros Paradores de referencia: Calahorra. Este establecimiento supone para nosotros recuerdos propios, recuerdos de otros amigos que han contribuido a lo que hoy es, amistad, y una estupenda gastronomía y profesionalidad en la forma de servirla. Ahí cenamos junto a muchos integrantes de la Vuelta Ciclista a España. Y de Tudela qué decir, es mi tierra.

El día 28 de septiembre retomamos el tren para viajar, y pudimos llegar por fin al luminoso y alegra Parador de Málaga Golf, y escuchar por primera vez en ese año el rumor del mar desde la habitación y después de cenar entre amigos. Ese fue un viaje muy emocionante para nosotros, pues, como en  Úbeda, pudimos estrechar las amistosas y profesionales manos de dos de los más grandes artífices de un pilar fundamental de la historia de Paradores: su cocina. Pero además, y formando parte de esa emoción pudimos poner cara y voz a dos amistades que hasta entonces lo habían sido solo virtualmente, Cristina  y su marido, y José Francisco y su esposa. Inolvidables encuentros.

Y ya el día 27 de octubre Jesús pudo cumplir esa promesa que un año antes me repetía en la UCI de poder llevarme, acompañarme, en la Torre del Alba del Parador de Granada. Cualquier persona que esté un poco cerca de nuestras vidas, o haya leído antes algo de mi expresión de amor por Paradores sabe que no podría encontrar palabras en este momento para describir lo que supone para mí Granada y su Parador. Si acaso deseo recordar que mi anterior pareja, Gerardo Velázquez Cueto, que perdí por su muerte a los treinta y cinco años, era granadino. También que tuvimos una casa en Almuñécar para veranear… y tantas cosas y tantos sentimientos que no tienen cabida en este momento, pero que cuando estoy en Granada me hacen sentir la responsabilidad y el amor de ver Granada con cuatro ojos por más que los mío flaqueen.

En el Parador de Granda se encuentra otro granadino que es una de nuestras más queridas personas en Paradores, y el y la familia del Parador hicieron aún más emocionante el cumplimiento de esa promesa de vida. Y también pudimos estrechar la mano del amigo responsable de que todo ese mundo que pasa por ahí y se sienta a la mesa, se vaya contento y satisfecho a pasear por uno de los más importantes monumentos de la humanidad.

Y por si fuese poco, una de las tardes conocimos al fin a Amparo otra granadina de lujo con la que habíamos coincidido en la desaparecida red social de Paradores “Paradores Activo”, y cuya lucha al lado de su marido para proporcionarle lo mejor en cada momento y una vida más que digna dentro de una severa enfermedad que se le manifestó hace años, deja en pañales mi esfuerzo al lado de Jesús. Amparo nos insufló un chute de lucha, de energía. Fue un gran placer, y una lección poderla conocer y aquel largo café que compartimos Cuesta de Gomerez abajo.

Antes de marcharnos de Granada Jesús pudo volver a encontrar sus dulces preferidos, que también lo eran de Gerardo, con quien las descubrí “sus Maritoñis” granadinas, que no las distribuyen en Madrid y ni tan siquiera en toda Andalucía… pero sí muy cerca del Parador de Málaga Golf donde ya las había buscado y encontrado.

Este largo artículo no es más que una síntesis de agradecimiento, y poco a poco lo iré desarrollando y mostrando imágenes de su contenido.

En fin, una noche durante esta gira e recuperación distinta a la de la UCI, miraba la cama de Jesús y su corazón mimado, tranquilo bajo una manta azul con el logo de ese otro Corazón que dio identidad a Paradores, y recordaba todo ese tiempo en el que mañana y tarde, tras veinte minutos, me iba de la UCI dejando maltrecho el cuerpo y el corazón de quien más quiero, y con la duda de si lo encontraría latiendo la vez siguiente… Y pensaba en cuánta suerte tenía ahora en disponer de toda la noche a su lado para seguir intentando colocar en mi asustada mente cada cama en su lugar.

Gracias de todo corazón. 

(Aprovecho este espacio dedicado a Jesús para dejaros su blog por si deseáis pinchar y leer algo más en sus propias letras):

 



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