CELEBRANDO EL OTOÑO EN PARADORES, EN FAMILIA… ¡ZAFREANDO!

(Reedición)

Cenando "Los Entremeses del Parador"

¡Nada!, he metido en Google la palabra esta que os chocará seguramente, ¡Zafreando!, y no he encontrado nada. El corrector de Word le pone una raya roja debajo, y es que no existe, claro. Bueno no existía hasta hoy si me permitís, pues tampoco el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española recoge “nalguear”, y los zafrenses, segedanos o churretines (que también Word los subraya en carmesí), lo hacen de maravilla toda la vida de Dios en esa preciosa tierra que es Zafra (Badajoz, Extremadura, España).

Tuvo PARADORES una pequeña red social llamada “Paradores Activo” que fue bonita y muy útil en lo hermoso y en lo noble, y sirvió para darlos a conocer a personas que aún no lo habían hecho.

En ella primero, y en citas a ciegas después, nos conocimos un grupo de personas, ya bastantes talluditas a quienes nos gustaba la amistad y nos encantaba PARADORES, y descartábamos en aquella Comunidad todo lo que no fuera eso: Paradores y amistad. Coincidíamos además en que todos los amigos éramos, y somos clientes y Amigos de Paradores.

Incluso engendramos (ruego a mis queridos Elena y Félix que le trajeron al mundo, que entiendan a qué tipo de alumbramiento refiero)  a un precioso bebé de nombre Rubén, que hemos convertido en el amiguito de Paradores más joven, y le llevamos de Palacio en Castillo, de Castillo en Convento..., como la más clara representación de la vida que le tiene, que le debe quedar a PARADORES, para que él, y otros y otras, puedan llevar a sus hijos ¡Para eso nosotros le hemos llevado a él, y a nosotros nos llevaron nuestros padres, y a algunos hasta sus abuelos!

La primera vez nos reunimos en ese paradigma de la modernidad que es el Parador de Alcalá de Henares (Rubén fue todavía en el vientre de su mamá); allí fuimos atendidos, cuidados, mimados hasta el cariño por Pedro Soria (¡cuantos años de PARADORES en ese apellido, cuanto buen hacer!) y toda su familia -porque los trabajadores y las trabajadoras de Paradores, al mismo tiempo que eso son familia para los clientes, ¡sí, es la especialidad de la Casa desde hace ochenta y cuatro años! y como familia tenemos que tratarles a ellos, para mi es una devoción hacerlo. Cenamos en un precioso comedor que nos habilitaron en un brazo del Claustro del Parador, y allí brindamos por el futuro de PARADORES ¡Inolvidable!

La segunda vez (antes nos habíamos reunido a comer un histórico cocido madrileño nada menos que en el Patio de Caballos de la mítica Hostería del Estudiante, pero después nos fuimos a dormir a casa…) nos alojamos, convivimos en el impresionante e histórico Palacio Ducal Parador de Lerma. Ahí Rubén acababa de nacer y ya tuvo su bautismo de PARADORES durmiendo (porque entonces dormía) nada menos que en una de las preciosas torres del Palacio. En él, Juan Serrapio (la juventud inteligente y profesional que hace honor a lo que Soria y otros enseñan) y su buena familia correspondiente, nos abrieron de par en par las puertas del Palacio Ducal, nos lo enseñaron, nos llevaron al cine, nos educaron en el buen vino. Cenamos en las bóvedas del Palacio, solos en el Salón Monteros, brindamos de nuevo por el futuro de PARADORES, y desayunamos en Salón Valido Real. ¡En definitiva nos quitaron cualquier prejuicio que pudiésemos llevar silente de que como en Alcalá ya no volveríamos a estar nunca.

¡Que difícil lo teníamos para la tercera vez! Pero en PARADORES es muy fácil acertar, y no digo nada si lo que se elige es el Palacio-Castillo del Duque de Feria Parador de Zafra. Sólo por poder sentarse en ese precioso Patio polivalente, junto a una de las fuentes más pequeñas y más grandes a la vez que recuerdo, ya merece la pena habitarlo (un patio de suelo de mármol que antes de que lo diga Pedro Soria -la familia de Paradores va de Casa en Casa- , “in illo témpore” fue de césped ¡si lo sabrá él!-).

Yo, es sabido aquí, en lo humilde en lo pequeño, considero que todos los Paradores son mi casa, y algo de eso hay, no estoy loco no, y no sólo por aquello que ya he dicho que en todos tenemos “familia”, sino porque, como es sabido en lo culto, en lo grande, en la Historia, la Red de Paradores del Estado, es PATRIMONIO NACIONAL, por tanto todos hemos puesto algo en ellos durante nuestra vida y la suya, además de alojarnos, y no digamos ya, si me permitís, personas como yo que llevamos trabajando, y cotizando, 45 años ininterrumpidos. Y aún más que yo toda esa legión de mozos, camareras, conserjes, recepcionistas, cocineros, administradores, directores... ¡que se yo! que han ido, además de cotizando también para lo del Patrimonio Nacional, dejando su esfuerzo, su vocación, su trabajo, su vida, desde hace más de ochenta y cuatro años en, ya digo, nuestras queridas Casas. 

Ese es el secreto, la magia que hace que cuando nos alojamos, nos reunimos, nos encontramos, en un Parador, tengamos la sensación de que estamos en nuestra casa ¡Es que es nuestra realmente!

En mi caso, además, desde el día 15 de agosto de 2009, por motivos que se pueden leer por aquí, considero que el Parador de Zafra es “mi rincón”…

Decir Antonio López Archilla y Paradores para mí y para muchos es decir una misma cosa, no pretendo hacer aquí su curriculum, pero si me gustaría reflejar un camino profesional que homologa y representa a tantos trabajadores y trabajadoras de PARADORES, y que como en mi caso, comenzó a los 14 años.

En el suyo nada menos que en la Cocina del Parador de Albacete (creo que hablo de 1970), de ahí, y seguir estudiando, al Comedor, la Recepción, la Administración, y a los 18 años a la jefatura de Administración del Parador de las Cañadas del Teide.

Mi querido Parador de Guadalupe fue su siguiente destino, y después a los 27 años al precioso y entrañable Parador de Arcos de la Frontera  a comenzar las funciones de dirección. De Arcos se trasladó en 1987 como Director a la bombonera más antigua de PARADORES, la mítica Hostería del Estudiante, en Alcalá de Henares. Dos años más tarde otra vez a Canarias, al Parador de la Gomera. Y ya en 1991 a una localidad en Huelva que le ha dejado aún más huella: Mazagón, para ser director de su Parador.

Desde 1998 en el Parador de Salamanca, donde compatibilizó la dirección con el Parador de Córdoba y luego con los de mi inseparable Ávila, y Segovia y Toledo. Un pequeño paréntesis gallego  en 2004 para  la gestión del Parador de Santiago de Compostela, el imponente Hostal de los Reyes Católicos. En Enero de 2007 vuelta a su querido Mazagón. Un paréntesis más largo, dos años fuera de su PARADORES, y ya en septiembre de 2009 se incorpora a la Dirección del Parador de Zafra (Badajoz), donde nos encontramos un año más tarde; yo siempre como cliente.

¡Si nosotros tenemos la sensación de que nos hallamos en nuestra casa cuando vamos a un Parador, con vidas como la relatada es fácil imaginarse cómo se encontrarán todos esos miembros de esta gran familia de PARADORES que han habitado tanto tiempo, y sudado no poco, en muchas de sus dependencias! Que me baste la vida profesional de este ubetense, y la de su gran familia en Extremadura, la laboral y la real, para intentar transmitir la hospitalidad con la que hemos sido acogidos en nuestros encuentros de amigos, Amigos de Paradores, y ahora en este en el Parador de Zafra.

No me atrevo a reflejar los nombres de nuestros anfitriones y anfitrionas, porque bastaría tan solo con dejarme uno para disgustarme. Gracias a todos en cualquier dependencia ¡ojalá PARADORES se porte con vosotros en la inmediatez con, pongamos que el cincuenta por ciento, del afecto, eficacia y profesión que vosotros nos deparáis.

Lo demás en nuestra estancia en Zafra todo fue alegría, Fuimos a Zafra, además de a pasearla con Mari Luz, la gentil guía del Parador, a rememorar especialmente los míticos “Entremeses del Parador” ¡y los rememoramos, ya lo creo! Pero esa historia es tan importante, y viene de tan lejos, de tantas personas como Antonio y sus compañeras y compañeros, que prefiero dedicarle otro día un sitio propio, como lo haré con la Ciudad…

 Rubén tuvo la delicadeza de adelantar su primer cumpleaño, uno, para unir la tarta que le hicieron sus amigos del Parador, al riquísimo helado de higos. Y brindamos por tercera vez por el futuro de PARADORES.

Cenamos en el “Salón del Conde” bajo un artesonado tan bello como impresionante, porque en el Parador de Zafra, incluido en 2011 por el Diario londinense “Daily Telegraph” entre los 50 mejores Hoteles del mundo, hay muchos y muy bellos artesonados. Cuando uno tiene la inmensa suerte de alojarse en su habitación 314 “Sala Dorada”, bajo ese techo de arte, cree lógicamente que ha tocado techo ¡Pero no! le falta ver, por ejemplo, el artesonado de madera de la preciosa habitación 305 que me ha cobijado esta vez, sus dos espléndidas terrazas y tantas cosas en ella que creo expondrá mejor que yo el modesto video que acompaño. Inolvidable habitación. Además cuando uno viaja con amigos a un Parador, otra de las ventajas es poder colarse en varias de sus habitaciones ¡Con razón está elegido el de Zafra como “Parador de habitaciones grandes”!

Terraza en la habitacióm 305

Ya de madrugada, sentado bajo el imponente artesonado, en pijama, cuando contemplaba feliz nuestros regalos traídos por los amigos de tantas partes, Carballones asturianos, Panellets catalanes, caramelos de Donostia, manualidades de las amigas madrileñas exaltando Zafra y la amistad, chuches con la foto de Rubén, higos extremeños recubiertos de chocolate… ¡tantas cosas! Mientras acabábamos ese otro excelente detalle, el brut nature “Vía de la Plata”, primer cava hecho en Extremadura, concretamente en Almendralejo (Badajoz), le comentaba a Jesús que todo aquello era como un símbolo de lo que PARADORES ha sido siempre: lo mejor de todas la regiones reunido en un todo lleno de prestigio, para ser disfrutado con nobleza y en conjunto.

Jesús que sabe cuales son las cosas que me pueden quitar el sueño, me dijo acariciándome la cabeza: “No te preocupes, siempre estarán juntos, ya verás. Nunca dejaríamos además que te separen de ellos…”.

Yo le creí porque es navarro, y es noble, y es fuerte. ¡También porque dicen que somos muchos miles los Amigos de Paradores, y supongo que a miles de amigos no se les puede tratar mal, ni engañar, ni enajenar "sus bienes"! 

Y volvimos a brindar por el futuro de PARADORES...

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