LA GRAN FAMILIA

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jueves, 22 de diciembre de 2016

"FELIZ NAVIDAD PARA LA GRAN FAMILIA DE PARADORES, Y UN PROSPERO 2017… PERO DE VERDAD”

(Pinchando en las letras de color distinto puedes acceder a otros artículos relacionados con lo que se expone en este)

Desde niño me siento muy vinculado a “la gran familia” de esta querida Red hostelera pública sin parangón en el mundo, que desde 1928, en muy distintas situaciones de la Historia de España y de la propia Casa, lleva dándole prestigio y grandeza, gracias a una profesionalidad muy exclusiva de su plantilla, transmitida hasta no hace mucho de abuelas a padres, de madres a hijos…. y a unos establecimientos incomparables y singulares dentro de palacios, castillos, conventos, u otro tipo de edificios siempre estratégicamente ubicados en lugares hermosos de nuestra geografía, componiendo una parte muy valiosa de nuestro patrimonio nacional.


Aquello que nos gustaba tanto a sus clientes de la “Calidad, Amabilidad, Leyenda”, que luego, gestores políticos en la cúpula de la dirección de la Red han escondido con otros escudos y otras estrafalarias denominaciones que, desde mi punto de vista, hasta el momento no han hecho más que mermar precisamente el valor y la realidad de aquellas tres míticas palabras. Y que con equivocada y despegada gestión han dado lugar a algunas Navidades muy tristes, que yo he podido compartir, pues el año 2009, cuando las ausencias de los seres queridos eran ya muchas, decidimos no solo tener en cuenta a Paradores para nuestras vacaciones de Navidad, sino también para celebrar nuestra nochebuena en sus Casas; en definitiva las nuestras, y además no dejábamos de estar en familia.


Así en 2009 lo hicimos en el Parador de Alarcón, en el de Plasencia en 2010, 2011 fue en Nerja, 2012 (la amarga navidad del ERE) en el de Córdoba,  en Aigüablava en 2013 con nuestros queridos amigos Ana y José Luís, y en 2015, las navidades últimas en Cádiz. El paréntesis de 2014 cené en casa con mi querido Jesús recién salido, aún no sabemos cómo, deestar 17 días en una UCI entre la vida y la muerte, y un mes en el hospital, debido a la mala praxis de un cirujano del que, al que, de momento, vamos a seguir manteniendo en el anonimato.


Desde entonces cualquier navidad que pase con Jesús será para estar muy contento. Pero, al parecer esta Navidad podemos estar más contentos en relación con Paradores que la pasada de 2015, pues gracias al tremendo esfuerzo de su plantilla en todos sus estamentos en los establecimientos, a la fidelidad de sus clientes, y a unas suculentas inyecciones de capital público, según nos dicen desde  Paradores comienza a remontar la Casa.


Desesperanzado en cuanto a que la “moqueta”, la cúpula directiva de la empresa pública se despolitice y deje paso a que sean quienes realmente entienden y quieren a la empresa sean quienes la puedan sacar adelante con el conocimiento y el cariño de ella que poseen, ahora lo que necesitamos es que esta vez la dirección de “la bomboneradel turismo español” no le toque como “premio” a algo parecido a lo que hemos tenido, y seguimos teniendo en esta última etapa, y que realmente se den cuenta de que el conocimiento y la profesión están dentro de la Red, que no lo busquen fuera, que no lo externalicen, que no lo desprecien, que lo respeten, que lo impulsen, y que vuelva a poner en valor de verdad aquellas tres famosas y verdaderas palabras que podemos leer a la puerta de sus preciosos establecimientos junto a otras placas ininteligibles.


Es decir que los políticos no vean Paradores como una suculenta fuente de ingresos personales, sino que trabajen codo con codo con la plantilla, que se lo suden con ella, para que el año 2017 sea próspero… pero de verdad también para su “gran familia”, sus clientes y el país.


Nosotros, en un gesto que trata de ser mágico, si la salud, últimamente tan baqueteada, no lo impide, volveremos, con nuestros queridos amigos, a compartir mesa en el Parador donde nos tragamos el ERE con el turrón, y lo que es peor ante las lágrimas de algunos de sus trabajadores afectados por la injusticia y en una noche como esa, ahora, que lo que sí es seguro es que determinados cambios acaecidos en ese mismo Parador lo hacen aún más entrañable e ilusionante para nosotros de lo que ya lo ha venido siendo siempre.


Muchas gracias de todo corazón a cuantas trabajadoras y trabajadores, de cualquier estamento, en los establecimientos de esta querida Red han mantenido abiertas sus puertas con dignidad, Y esperemos que en un acopio de la misma, la nueva directiva que urge en la cúpula de Paradores, sea este el último año que cierre a cal y canto temporalmente a clientes y trabajadores las de algunos como por ejemplo el de Vic Sau, Cervera de Pisuerga, etc.








(La foto de portada nos la hizo hace unos días Jesús Vegas, Jefe de Recepción del Parador de Cuenca, luego la hemos "navideado" nosotros).

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