LA GRAN FAMILIA

LA GRAN FAMILIA

martes, 23 de enero de 2018

UN MUSEO PARA PARADORES AHORA QUE LA INSTITUCIÓN PUBLICA CUMPLE 90 AÑOS DE HISTORIA. CARTA ENVIADA D. ÁLVARO NADAL, MINISTRO DE TURISMO.






(El pasado día 15 de enero envié mediante Postal  Exprés, a D. Álvaro Nadal, Ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, la siguiente carta en la esperanza de que acceda a algo tan justo como necesario y económico)
 


Madrid, 15 de enero de 2018






D. Álvaro María Nadal Belda

Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital

Pº de la Castellana 160.

28046 Madrid, España




Estimado señor Nadal:



(Extraída de Wikipedia)
Mi nombre es Enrique Vales Villa, y me permito dirigirme a usted por lo que le expongo a continuación, dándole las gracias anticipadamente por el tiempo que decida dedicar a esta carta y a mi petición.

Hace casi 50 años, cuando aún no era casi un adolescente volviendo de bañarme en el río Adaja junto a otros compañeros, todos niños bastante esmirriados, hijos de familias humildes a los que por su buen comportamiento habían llevado a unas colonias del franquismo en Ávila (soy de Madrid como usted, aunque le paso casi dos décadas) a que nos diera el buen aire, me salí de la fila para pararme ante la puerta de una casa preciosa donde una armadura me sedujo para siempre, aunque entonces no lo supiera yo.

Inmediatamente vino un maestro a llevarme de nuevo a la fila con energía, como se solía hacer casi todo en aquella época. Yo le pregunté (era un chico bastante hablador) por aquella casa tan bonita y tan nueva, y me dijo que “era un palacio para ricos… “, y que se llamaba “Parador Nacional”.

Hoy, que sigo siendo un hombre bastante hablador, pero con una grave discapacidad visual que me impide escribirle personalmente esta carta, (por lo que se la encargo a mi cónyuge, Jesús, un navarro que me acompaña por la vida desde hace veintidós años, y con el que desde 2009 y por iniciativa suya hemos compartido –a excepción de tres canarios todavía- toda la Red de Paradores de Turismo deEspaña, que en buena medida yo ya había compartido con alguien que desapareció; pero esa es una historia triste y no va de eso la carta), ya sé la historia del Parador “Raimundo de Borgoña”, y he profundizado cuanto mi pasión me ha empujado a conocer, vivir, disfrutar y amar esta mítica Red pública sin parangón en el mundo. Y muy especialmente a la gran familia que la ha hecho y la sigue haciendo tan grande como posible.
Parador de Gredos (1928) primer Parador de la Red.

 Existió como sabe algo similar, mucho más pequeño, con otras pretensiones, en las preciosas “Pousadas” portuguesas, que hoy día, las que quedan, son una verdadera pena, arruinadas y destrozadas, porque hicieron con ellas lo que, afortunadamente, nadie ha conseguido, y espero que no lo vuelvan a intentar nunca jamás con Paradores: privatizarlas, venderlas.

El patrimonio de un país, en mi modesta opinión, no puede ser nunca privado, entre otros muchos aspectos porque nadie está dispuesto a mantenerlo con dinero que no salga de los presupuestos y del negocio bien gestionado por profesionales adecuados.

Empecé a trabajar a los 14 años, y lo he hecho y cotizado ininterrumpidamente durante –me siento orgulloso de ello- cuarenta y ocho, justo hasta que la vista me lo impidió.

Nunca se me olvidó la puerta de aquella casa, y a base de ahorrar mucho (no sabría recordar cuántos sueldos míos de aquellos inicios laborales costaba alojarse una noche en el Parador Nacional de Ávila, pues como también conoce la Red de Paradores no fue creada especialmente para el pueblo llano ni los chicos esmirriados de familias humildes), pero en cuanto pude, con los años justos para poderme registrar, solo, entré a conocer aquella casa por dentro, e incluso dormir una noche en ella, de la que aún me vuelve a la memoria cada vez que pienso en ello su olor a madera, a tarima, a cera recién lustrada, a trabajo, mucho trabajo, que hacían unas personas, hombres y mujeres, que me llevaban directamente a mi familia, porque eran como ellos pero con uniformes mucho más bonitos.

Cartel publicitario de la época de Albergues de Carretera
Aún hoy no sé explicar por qué me atrapó algo que estaba concebido para estar tan lejos de mí, pero la sensación que sentí desde el principio era que no tenía que ver nada con el lujo que nunca pretendí ni pretendo, sino con todo aquel mundo de historia, de profesión, de cuidados por el mismo tipo de personas que yo veía en mi casa, a las que les costaba tanto trabajo como a ellos, como a mí, vivir, pero que dentro de esa casa eran una gran familia que se iban pasando de unos a otros unos principios, unos valores, una ética, y una naturalidad que les hacían atender en la excelencia y en la gratitud a personas a las que, de no haber trabajado ahí, quizá ni se hubiesen atrevido a acercarse. Porque sabían que todo aquello suponía riqueza y progreso para sus necesitados pueblos, posibilidades de trabajo para ellos, para sus hijos, para sus nietos. Y cuidaban el patrimonio como propio; bueno, es que realmente y de alguna manera, lo era y lo es.

Ni ellos ni yo sabíamos entonces que gracias a la idea y el empeño de un político visionario en ese aspecto, y todas esas pequeñas familias que se iban formando en los castillos, los palacios, los conventos, o edificios de nueva creación en lugares de costa, en paisajes privilegiados, se estaban “inventando” la historia del turismo español, del desarrollismo español por tanto.

Y así, aferrados a esas tres palabras que en la actualidad, a pesar de los pesares, y de otras placas posteriores, no se han caído del mítico escudo verde: Amabilidad, Calidad, Leyenda, entre todos, y al mismo tiempo que España iba entrando en la democracia abrieron al pueblo las puertas de las casas como la que yo vi, sin que ya hubiera que ser rico, extranjero con cambio privilegiado de moneda, o ahorrar mucho sueldos para pasar una noche en un castillo.


Maqueta del primer Albergue Nacional de Carretera (Manzanares,1930)


Sin duda la historia de PARADORES es algo mucho menos simplista que esto que yo acabo de expresar, pero sin duda también, es muy desconocida por la mayoría del pueblo español que, en no pocos casos aún sigue pensando que es “cosa de ricos”. Algo debe faltarle a la alta dirección para convencerles y atraerles.

El asunto es que ¡quién me lo iba a decir a mí entonces! la singular Red pública de Paradores (a mí no me gusta llamarle hotelera porque no veo a los Paradores como hoteles, y menos aún como “hotels”), ha llegado a cumplir 90 años, y en nada, porque a estas alturas de la vida diez años se pasan en  un vuelo, cumplirá 100.

Siempre he pensado que en casi cualquier país desarrollado del mundo se daría de tortas por tener una Red de Paradores, un patrimonio al alcance de su ciudadanía, como la nuestra. Y si no fuera porque sé cómo somos en este nuestro para muchas cosas, no hubiera entendido jamás que, ya que no existe un museo, ni tan siquiera exista una exposición permanente de lo que sin duda es el origen del turismo en España, y una de sus más grandes y antiguas marcas ¡Desde 1928!
Cartel del Patronato Nacional de Turismo, del Parador de Gredos

Para que los mayores aprendamos o recordemos, los foráneos sepan que PARADORES no es una cadena hotelera sin más, y sobre todo para que las generaciones venideras sepan que sin aquellos Albergues Nacionales de Carretera no hubieran sido posibles muchos viajes, que algunos de esos mismos Albergues se convirtieron en hospitales de campaña durante nuestra incivil guerra para salvar vidas de uno y otro lado, que están durmiendo, o pueden hacerlo, en los mismos lugares por los que han pasado los personajes históricos de los que sus profesores les enseñan y les examinan.

Que todos sepamos que en la Red de Paradores nació la que probablemente haya sido, y siga siendo, una de las mejores gastronomías, si no la mejor y más amplia del mundo. Eso que ahora les noquea en los programas televisivos de chefs a toda hora, pero de verdad y con fundamento. Porque la gastronomía de Paradores es la gastronomía de España, y el pilar fundamental de sostén de la Red.

Todo esto sigue siendo posible por la gran familia en los establecimientos a través de los años, pues los políticos de turno, las presidencias de la Red me refiero, van pasando con mayor o menor fortuna y conocimiento e interés. E incluso alguna se irá, cuando lo haga, sin comprender como toda esa plantilla a pesar de lo que empezaron a sufrir en 2012 se han agarrado trabajando a destajo a esa “P” bajo un tejadillo que llevan más que en el uniforme, en el corazón.
Distintos utensilios de épocas anteriores de Paradores

No me alargo más señor ministro, que ya lo he hecho mucho, y le pido disculpas por ello. Y aquí viene mi petición:

Como van a hacer, tengo entendido, una exposición con motivo de los 90 años de PARADORES (que espero con ilusión que sea algo de más entidad que aquel trocito de pasillo que hicieron en 2013 cuando Paradores cumplió 85 años, y que en mi opinión casi conseguía hasta empequeñecer una historia irrepetible), que haga usted cuanto le sea posible por convertirla en una exposición permanente. Que pudiera estar, por ejemplo, en el Parador de Gredos -¡Qué lugar más apropiado!- o donde mejor consideren, pero que esté siempre. Y que fuera el primer paso para con más tiempo y medios, y en todo caso, antes de que usted (que sinceramente y sin peloteos, me cae mucho mejor administrativamente que el ministro anterior) deje el puesto, pueda convertirse en ese imprescindible Museo de Paradores para la historia de este país.

Como es usted mucho más joven que yo, no se puede imaginar lo que he llegado a ver en los establecimientos: arte de todo tipo, muebles irrepetibles, bargueños a go-gó, cerámicas, lámparas, tapices, cuadros importantes, esculturas, obras de arte, alfombras, muchas cosas de la desaparecida Artespaña, utensilios de todo tipo… que en su mayoría ya no están. Algo, o mucho debe quedar, catalogado o no, en almacenes de Paradores. Locales Paradores tiene muchos con muchas salas para poder destinar algunas a museo. No considero que sea una gran inversión, no hay que comprar nada, solo redecorar como están haciendo con bastantes Paradores, y luego hasta la propia “gran familia” vigilaría lo propio. No hay que poner muchos vigilantes ni policías.

Todavía quedan técnicos y bastante personal en los establecimientos de Paradores, y alguno en los servicios centrales, que podrían con mucho conocimiento ayudarle sin duda.

Centralita telefónica de otra época de Paradores
METRO, por ejemplo, que fue inaugurado el 17 de octubre de 1919, tan solo nueve años antes, por el mismo rey que PARADORES, hace ya bastantes que tiene a disposición de la ciudadanía esa preciosidad de Museo que forman la Estación de Chamberí y la Nave de Motores de Pacífico, que pueden visitarse y ver unos vídeos que explican la historia de la Compañía.

Si usted hace algo parecido con PARADORES, no le quepa duda, quedaría unido de por vida a la historia de “la gran familia”, y eso es un honor muy grande se lo aseguro.

Y yo, y por favor no entienda esto como un chantaje, cuando llegue mi hora final, me iría mucho más tranquilo si supiera que a algún niño o a muchos, podría volver a seducirle como a mí la gran historia de esta gran Red pública que es, en definitiva, la Historia de nuestro país.

Gracias por su paciencia, y quedo a su disposición, esperanzado en que pueda llevar a cabo algo tan factible ahora que se cumplen “90 años muy singulares” de PARADORES.

Un abrazo.
  Enrique Vales Villa

(PD.: Hace algunas semanas en un Libro titulado “Ávila 2069” que recogía los micro relatos seleccionados para su publicación, sobre cómo veríamos la ciudad de Ávila en 2069, fue incluido el mío, titulado “Una armadura con antena”… era aquella, la del Parador, pero en 2069. Se lo envío por si le apetece leerlo. 
Y también un enlace al artículo "Mi primera vez· de mi Blog dedicado exclusivamente a Paradores


Uniformes de personal de distintas épocas de Paradores

Ayuda blogger